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Después de causar estragos en nuestras familias, la economía y el tejido social general, el Covid está disminuyendo; o quizá estamos aprendiendo a vivir con una pandemia colgando sobre nosotros.

De acuerdo con un artículo de Deloitte Insights, las economías del continente americano se están recuperando y la demanda está por encima de los niveles anteriores a la crisis de Covid-19.

Todo bien, pero ¿qué pasa con la mano de obra de fabricación? De acuerdo con Denis Pineda, presidente regional para Latinoamérica, de Universal Robots, cuando estalló la pandemia, en marzo de 2020, se luchaba por encontrar trabajadores, calificados o de nivel inicial, para trabajos de fabricación en todas las industrias. Pero hoy estamos en un agujero más profundo.

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En marzo de 2020, encontrar y retener una fuerza laboral de calidad fue el problema número uno; sin embargo, en enero de 2022 ese problema pasó a ser el número tres, superado por los desafíos de la cadena de suministro y el aumento de los costos de las materias primas.

La mano de obra sigue siendo un desafío importante, ya que en 2019, Deloitte descubrió que los baby boomers están dejando la manufactura más rápido de lo que están entrando las generaciones más jóvenes. Y esto se complica aún más por la brecha de habilidades.

Desafortunadamente, las personas de generaciones más
recientes muestran poco interés en trabajar en áreas
de manufactura.

Por otra parte, en febrero de 2020, diferentes informes reportaron que el desempleo en distintas partes de EUA y América Latina era del 3.5%, y rápidamente se disparó al 14.7% en abril de 2020. Aunque se recuperó, en diciembre de 2021 se había derrumbado nuevamente al 3.9% y se prevé que siga cayendo.

Además, los desafíos de la situación laboral manufacturera continuarán. El mismo artículo de Deloitte Insights proyecta una brecha de 2.1 millones de puestos de trabajo de fabricación vacantes para 2030 debido a una combinación de brecha de habilidades y el estancamiento de la fuerza  laboral.

Una columna de enero de 2022 en
Forbes proyecta un 3% de desempleo
para 2023, el más bajo en 70 años.

Por lo anterior, es necesario poner manos a la obra. El creciente interés en los temas STEM (siglas en inglés de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) en las escuelas es una buena iniciativa para crear conciencia sobre las oportunidades profesionales, así como los programas de capacitación laboral. No obstante, estos son esfuerzos a largo plazo.

Entonces, ¿qué opciones tienen los fabricantes a corto plazo y hasta 2030? Considerar los robots colaborativos como un componente principal de automatización y comenzar a automatizar las operaciones de fabricación, por estas razones:

• El bajo costo de instalación permite que incluso el taller más pequeño se automatice. A diferencia de la automatización tradicional, ahora es común ver sistemas completos de mantenimiento de máquinas, soldadura y paletización desplegados por menor costo.
• Los cobots permiten la automatización incremental; a diferencia del enfoque tradicional de todo o nada, la capacidad de implementar cobots de manera segura junto con operadores calificados permite automatizar una sola estación, máquina o proceso.
• Los cobots se implementan y re-implementen rápidamente, lo que los hace perfectos para operaciones de alta mezcla y bajo volumen.
• Los mejores cobots de su clase son fáciles de programar y no requieren equipos dedicados de ingenieros y programadores.

Pineda refiere que puede empezarse por llenar los espacios. Si las empresas tienen dificultades para contratar soldadores, operadores de máquinas, trabajadores de la línea de empaque u otros roles, es trascendente que inviertan en cobots para llenar los vacíos dejados por la crisis laboral en la fabricación.

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La instalación de un cobot que atiende una máquina herramienta aborda tanto la escasez de mano de obra como la baja utilización de la máquina: una mejora doble para el resultado final.

Además, se deben automatizar las aplicaciones aburridas, sucias y peligrosas, pues estos puestos son los más difíciles de contratar y su automatización mejorará la satisfacción laboral y la moral de los trabajadores.

La renuencia de las generaciones más jóvenes para ingresar a carreras de manufactura es directamente proporcional a su visión de los trabajos aburridos, sucios y peligrosos.

La automatización de cobots puede cambiar la imagen general de las plantas de fabricación y facilitar la contratación de candidatos calificados.